martes, 18 de mayo de 2010

¿Mafia BBQ?


Esto es interesante. Una persona que era dueño de un Martins BBQ fue demandado por la misma cadena porque luego de haberla abandonado creó su propio negocio similar.

Lo interesante es que Martins dice que una persona que tuvo franquicia no puede por contrato hacer otro negocio de pollos a 10 millas de otro Martins BBQ. ¿El detalle? Martins tiene 50 restaurantes y si hacen matemáticas es imposible hacer un negocio que NO esté cerca de un Martins en una Isla que es 100 x 35 (a menos que lo hagas en Barranquitas o un pueblo de esos olvidado por Dios).

Aquí la noticia, escrita exclusivamente para eldrivethru.com por el Vocero:


En opinión sin disidencia, el Tribunal Supremo concluyó que es irrazonable la cláusula del contrato de la franquicia de Martin’s BBQ que prohibía a ex franquiciadores establecer negocios similares.

Según César Soto, representante legal de Luis García, franquiciado y demandante, al no haber legislación, esta opinión puede afectar muchas relaciones contractuales vigentes, ya que es la primera en Puerto Rico sobre este tema.

La opinion suscrita por la jueza asociada Mildred G. Pabón Charneco, indicó que “al examinar la prohibición espacial de la Cláusula de No Competencia, a la luz del principio de reciprocidad y en conjunción a las restricciones temporales y materiales analizadas, determinamos que la misma fue excesiva en el contexto específico y particular de los hechos de este caso…”. Añade que “…mientras el área de operación de la franquicia del recurrido era de apenas dos millas lineales, la Cláusula de No Competencia limitaba al franquiciado a no competir en una extensión de 10 millas de cualquier restaurante de la franquicia”. La determinación indicó además que la compañía peticionaria tampoco presentó razones de peso por las que requiera un alcance territorial mayor.

La demanda se radicó ante la salida de García de la franquicia de Martin’s BBQ y éste optar por establecer su propio negocio a un radio inferior a las 10 millas. De haber cumplido con la exigencia de la franquicia esto le hubiese imposibilitado la continuidad de sus operaciones.

Según el abogado, el franquiciador le mintió a los franquiciados al momento de firmar el contrato, no cumpliendo con las expectativas de protección de la marca, a la vez que limitaba la capacidad de establecer otro negocio similar en un radio menor a las 10 millas. Al haber 50 Martin’s en la Isla, practicamente imposibilitaba cualquier otro establecimiento.

“Esta es la primera decision en donde se habla de las franquicias en la Isla, un concepto de negocio que no está regulado, porque no existe Ley de Franquicias. Este fallo bajó por opinión, lo que hace que se publique en los libros de leyes y se convierta en jurisprudencia. Con ello lo que digo es que cualquiera que se encuentre en una situación similar ya tiene un punto de partida”, afirmó Soto.